Descripción
Todos estamos invitados en promover los escritos, pero en especial modo los sacerdotes: Porque Yo me sirvo de mis obras del sacerdocio; y así como preparé al pueblo elegido antes de mi venida con el sacerdocio hebraico, y el sacerdocio de mi Iglesia para confirmar mi venida, así tendré el sacerdocio del Reino de mi Divina Voluntad. Gozo al ver el interés que toman los sacerdocios por estos escritos que formarán el Reino de mi Voluntad. Esto significa que aprecian el gran bien de los escritos y cada uno quisiera tener consigo un tesoro tan grande, para ser los primeros en comunicarlos a los demás (18 de enero de 1928). A los sacerdotes, como nuevos profetas, les toca el trabajo, con la palabra, con el escrito y con las obras, hacer de heraldos para dar a conocer lo que concierne a mi Fiat Divino (13 de enero de 1923).
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